Siempre es un error separar nuestra consciencia de nuestras
ideas de “Dios”. Jesús mismo dijo: “A aquel que conozca el Todo pero no se
conozca a sí mismo, le falta todo”. Sea lo que fuere lo que creamos sobre Dios,
estamos a sabiendas o sin saberlo, hablando de nosotros mismos, y con
frecuencia es nuestra personalidad de supervivencia la que influye en lo que
decimos. Si queremos un dios que nos sostenga en la batalla o en nuestra
nacionalidad o en nuestra supremacía religiosa, inventamos un dios que legitima
nuestra causa. Si queremos un dios que nos exonere y nos perdone, le abrimos el
corazón a un dios que así lo hace. Si queremos un dios que esté a favor de la
vida y de la elección, creamos este dios en nuestra mente. Y, una vez que hemos
creado este dios, siempre construimos la evidencia o la doctrina que respalde
nuestra creencia.
Richard Moss
(El Mandala del Ser)
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