domingo, 19 de septiembre de 2010

Usted es lo Incontenible


Todo el asunto puede ser resumido en la cuestión simple de cuán grande es usted. Hay una tradición acordemente a la cual Jesús dijo: «Un hombre que se mira a sí mismo solo desde fuera, y no también desde dentro, se empequeñece a sí mismo». En lugar de intentar meterse en esa mano de ahí, por favor suba a donde usted está realmente estacionado, al Centro mismo de su mundo, a este Puesto de Observación o Punto de vista desde el que esa mano está siendo vista, y observe como este Punto (¿qué Punto?) estalla para tragar todo ese mundo desde los botones de la camisa hasta el cielo. He aquí la bomba quieta e inobservada que hace que la explosión de Hiroshima parezca una bocanada de humo de cigarro. ¡Porque, muy lejos de su estar contenido en ese diminuto fragmento del mundo llamado su cuerpo humano, usted no está ni siquiera contenido en su cuerpo-mundo, sino que es lo Incontenible!

Douglas Harding

lunes, 6 de septiembre de 2010

El verdadero significado de la pobreza


Esto es el fin de la división y de la comparación, el final de cualquier tipo de jerarquía. También es el fin del sentido de propiedad y el comienzo de la pobreza total. El final de los propios sentimientos, el final de intentar controlar, el final de intentar ser sagrado, el final de intentar tener todas las respuestas, el final de la búsqueda espiritual. Ésta es la pobreza a la que se refería Cristo cuando dijo que es más difícil que un rico entre en el Reino de los Cielos que un camello pase por el ojo de una aguja. Mientras tengamos nuestras esperanzas y miedos, mientras tengamos nuestras propias elecciones y orgullo, mientras nos identifiquemos con una historia personal significativa, somos demasiado ricos para entrar en el Reino. Todas nuestras preguntas y nuestra devoción son egoístas. La verdadera pobreza no tiene que ver con vender nuestras propiedades, abandonar a nuestra familia, tomar un nuevo nombre o vivir una vida ascética en los Himalayas, sino con desenmascarar la fuente de todas las posesiones, que es el sentido del “yo”. Cuando se ve que el “yo” no existe, el Reino de los Cielos se revela e incluye a todos.

De una entrevista a Jan Kersschot de su libro Esto es Ello de ed. Gulaab