domingo, 12 de diciembre de 2010

Vida Eterna


‎"Y así, una vez más la pregunta clave que me he hecho a mí mismo es: ¿Soy yo para mí mismo una cosa?, respondiendo a la cual, refiriéndome a la evidencia, no a conjeturas, llego a lo que Jesús llama "Vida Eterna".

Douglas Harding

lunes, 29 de noviembre de 2010

Douglas Harding habla de Jesucristo

La verdadera humanidad se realiza plenamente cuando yo reconozco la diferencia entre mi apariencia, mi funcionamiento ahí fuera periféricamente como un ser humano, y la Fuente Aquí, que no es humana. Yo creo que Jesucristo, que claramente veía que él era uno con el Padre y era perfectamente consciente también de que era el hijo de un carpintero, realizó este ideal. Él era un ser humano real debido a que había logrado poner en orden ambos polos de su ser.

Douglas Harding

domingo, 21 de noviembre de 2010

El mensaje principal


El mensaje principal que Jesús nos dejó en el Evangelio o las “Buenas nuevas” del Reino de los Cielos, Mateo, el autor del primer Evangelio, comienza su relato del ministerio público de Jesús con estas palabras: “Desde entonces, Jesús comenzó a predicar y a decir: arrepentíos, porque el Reino de los Cielos está al alcance de la mano” (Mateo 4:17). Por “al alcance de la mano”, Jesús se refería a “aquí”, “justo delante de nuestra cara”, “en mitad de nosotros”.

Jim Marion

domingo, 31 de octubre de 2010

Uno tiene que perder su vida para salvarla, Jesús


Aquí y ahora sólo existe esto, algo tan completo que es imposible de mejorar. Lo que buscabas siempre ha estado frente a ti… aunque ciertamente no tuviese el aspecto que esperabas.

Todas éstas, como ves, son buenas noticias. Como dijo Jesús, “Uno tiene que perder su vida para salvarla”. Lo único que queda cuando el buscador se desvanece es el amor.

Da la bienvenida, si estás abierto y dispuesto a escuchar y a soltar, a esta “revolución silenciosa de la espiritualidad”.

Jeff Foster

domingo, 24 de octubre de 2010

El Reino de los Cielos está dentro de vosotros


Muchos siglos de sistemas de creencias nos han enseñado y condicionado tan bien que hemos dejado de estar en contacto con eso que es infinito. Hemos inventado filosofías, religiones y técnicas espirituales para que nos ayuden a avanzar en esta dirección, y ha habido profetas y gurús que señalan el camino de vuelta a casa. Cuando nos damos cuenta de que el infinito está por todas partes, es posible que entendamos que todas estas historias pueden ser ventanas a una visión más amplia, pero también es posible que veamos que no necesitamos nada de eso. No hay nada que averiguar que no esté ya aquí y ahora. Lo único que hay es conciencia de lo que es, y eso es suficiente. Esa conciencia es exactamente lo que somos. No está en otra parte. Cristo dijo: “El Reino de los Cielos está dentro de vosotros”, y es ahí exactamente donde algunos profesores dicen que deberíamos mirar, dentro de nuestro propio ser. Eso no significa en algún lugar dentro del cuerpo, del corazón o del alma, pues este Ser no puede ser localizado. Una vez que reconocemos que el Reino no tiene fronteras, nos damos cuenta de que “dentro de nosotros” significa por todas partes, porque la Luz está en todas partes. Hemos aprendido a identificarnos con nuestra persona, pero eso no es más que un concepto mental. Somos seres que hemos olvidado que somos.

Jan Kersschot

domingo, 19 de septiembre de 2010

Usted es lo Incontenible


Todo el asunto puede ser resumido en la cuestión simple de cuán grande es usted. Hay una tradición acordemente a la cual Jesús dijo: «Un hombre que se mira a sí mismo solo desde fuera, y no también desde dentro, se empequeñece a sí mismo». En lugar de intentar meterse en esa mano de ahí, por favor suba a donde usted está realmente estacionado, al Centro mismo de su mundo, a este Puesto de Observación o Punto de vista desde el que esa mano está siendo vista, y observe como este Punto (¿qué Punto?) estalla para tragar todo ese mundo desde los botones de la camisa hasta el cielo. He aquí la bomba quieta e inobservada que hace que la explosión de Hiroshima parezca una bocanada de humo de cigarro. ¡Porque, muy lejos de su estar contenido en ese diminuto fragmento del mundo llamado su cuerpo humano, usted no está ni siquiera contenido en su cuerpo-mundo, sino que es lo Incontenible!

Douglas Harding

lunes, 6 de septiembre de 2010

El verdadero significado de la pobreza


Esto es el fin de la división y de la comparación, el final de cualquier tipo de jerarquía. También es el fin del sentido de propiedad y el comienzo de la pobreza total. El final de los propios sentimientos, el final de intentar controlar, el final de intentar ser sagrado, el final de intentar tener todas las respuestas, el final de la búsqueda espiritual. Ésta es la pobreza a la que se refería Cristo cuando dijo que es más difícil que un rico entre en el Reino de los Cielos que un camello pase por el ojo de una aguja. Mientras tengamos nuestras esperanzas y miedos, mientras tengamos nuestras propias elecciones y orgullo, mientras nos identifiquemos con una historia personal significativa, somos demasiado ricos para entrar en el Reino. Todas nuestras preguntas y nuestra devoción son egoístas. La verdadera pobreza no tiene que ver con vender nuestras propiedades, abandonar a nuestra familia, tomar un nuevo nombre o vivir una vida ascética en los Himalayas, sino con desenmascarar la fuente de todas las posesiones, que es el sentido del “yo”. Cuando se ve que el “yo” no existe, el Reino de los Cielos se revela e incluye a todos.

De una entrevista a Jan Kersschot de su libro Esto es Ello de ed. Gulaab

viernes, 13 de agosto de 2010

¡El tiempo es ahora!




















La salvación es ahora. Tenemos la tendencia a vernos hacia atrás o hacia delante en el tiempo, pero los Evangelios nos indican que, o dejamos que Jesús nos salve ahora, o no nos salvará en absoluto. A eso se le llama "la gracia siempre disponible del momento presente".

Ésa es lo primero que Jesús proclama: "¡El tiempo es ahora! El reino está presente aquí y ahora. ¡Vuélvete! Cree en la Buena Nueva". Estas cuatro frases resumen toda la enseñanza de Jesús. No es nada esotérico o pseudomístico. Es, sencillamente, la infinita naturaleza del ahora.



Richard Rohr

domingo, 18 de julio de 2010

Un Jesús para nuestro tiempo 3ª y última parte


La segunda cuestión que plantea nuestro Evangelio, es cómo hemos de procurar buscar el Tesoro. ¿De qué manera y con qué espíritu debemos emprender este gran trabajo que es realmente tan inesforzado, si hemos de tener éxito? De nuevo, nuestro texto es completamente claro. Debemos acudir a esta aventura con inspirada candidez, con el espíritu directo y receptivo de un niño, incluso de un bebé. El Reino es invisible para los adultos, como tales. Tenemos que ser lo suficientemente desprejuiciados y atentos como para dejar de lado lo que pensamos que sabemos y comenzar a ver todo de nuevo, como si nunca lo hubiéramos visto antes, y a confiar en lo que encontremos. En esta investigación, nuestra erudición, nuestros sistemas de creencia, nuestras fórmulas religiosas, nuestro (supuesto) sentido común, nuestra intrincada red de opiniones —todas estas cosas son otras tantas capas de cataratas que nos ciegan ante lo que es completamente evidente para el ojo claro del niño. En otras palabras, lo que tenemos que hacer es cambiar conceptos por perceptos, y hacer nuestra fortuna.

La tercera cuestión plantea qué es exactamente eso que estamos buscando. ¿Cómo reconoceremos este Reino cuando lleguemos a su frontera? ¿Cómo estaremos seguros de que es nuestra Patria? ¿Cuál es el clima, la topografía característica, de esta Tierra Prometida? ¿Por qué signos sabremos que hemos descubierto el secreto real de Tomás, y no simplemente alguna noción que tengamos sobre él? Bien, los indicios —metáforas y símiles y descripciones directas— esparcidos por todo nuestro texto, son abundantes, variados, simples, convincentes, y a menudo bellos. Este Querido País nuestro, nuestra Patria, es un lugar de misterio paradójico y profundo, y sin embargo su aire es más claro que la amplia luz del día, y más vasto que el cielo más vasto. De acuerdo con Tomás está vacío, y sin embargo lleno del Todo. Vacío para llenarlo con lo que quiera que acontezca que se ofrece, podríamos decir. Es donde los opuestos —dentro y fuera, arriba y abajo, masculino y femenino (para citar solo unos pocos)— se unen y son uno y lo mismo. Aquí está El no nacido de mujer, a quién ningún ojo ve, ni ningún oído oye ni ninguna mano toca. Aquí está el Ser de todos los seres, que permanece cuando todos los seres se han ido. Aquí está la Quietud en la que se hacen todos los movimientos. Aquí está la Luz dentro del hombre-Luz que ilumina el mundo entero. Así habla el Jesús para nuestro tiempo.

Y ahora usted y yo sabemos con precisión dónde mirar, y con precisión cómo mirar, y con precisión qué hemos de mirar, y solo queda una cosa por hacer —y eso es MIRAR. Usted se mira a Usted Mismo, y yo me miro a Mí Mismo, como si fuera la primera vez. Sí, por favor haga eso en este mismo momento, sin dejar este libro. Atrévase a mirar al lugar mismo que usted ocupa y vea si en realidad está ocupado —atestado de anatomía— O, como dice Jesús, vacío. Vacío, justo ahora, para estas palabras impresas. ¿Por qué no dejar de ser excéntrico y desequilibrado —por no decir loco? ¿Por qué no ser donde solo usted es y dónde usted es el Solo, el único descubridor y el único experto y el único residente en este Lugar de lugares? ¿El Colón solitario de este Mundo-Siempre-Nuevo —el Reino Dentro, su reino?

Jesús tuvo un camino duro. No era una broma estar tan adelantado a su tiempo y lugar. ¿Cómo podemos nosotros enmendarlo? Recuerdo un par de líneas de un himno que nosotros solíamos cantar de niños:

¿Qué podemos hacer por el bien de Jesús
que es tan elevado y bueno y grande?

Bien, hay una cosa que nosotros los adultos podemos hacer ahora mismo, para que su tarea y agonía no sean en vano, y eso es —no creer esta enseñanza suya en Tomás, sino probarla, verificando (o refutando) sinceramente las escrituras por nuestra experiencia en lugar de nuestra experiencia por las escrituras. Por ejemplo, él nos dice:

Si aquellos que os guían os dicen
¡Mirad!, el Reino está en los cielos,
Entonces los pájaros del cielo llegarán
allí antes que vosotros.
Si os dicen
Está en el mar,
Entonces el pez llegará allí antes que vosotros.
Pero el Reino está dentro de vosotros.

Querido lector, si no por amor de Jesús entonces por respeto a él, o por interés en lo que él alega que usted es realmente, o al menos por una mezcla de cortesía y curiosidad, mire y vea si él sabe de lo que está hablando. Ponga sus palabras a prueba llevando a cabo el siguiente simple experimento. Leer solo mis palabras es peor que inútil.

Apunte con su índice arriba al cielo ahora y quizás a los pájaros que vuelan. O, si usted está en casa, apunte arriba al techo y observe que su dedo está apuntando a una cosa u otra, y ciertamente no a la vacuidad que es el Reino. Seguidamente apunte hacia fuera a aquellas colinas y árboles y casas, o a la pared y a la puerta y al mobiliario en el lado opuesto de la habitación, y advierta que usted está apuntando a una colección de objetos distantes. Seguidamente, apunte a la tierra o al suelo. Y después, lentamente y con gran atención a sus pies, después a su regazo, después a su tronco, y advierta como en cada caso, esta cosa que usted llama su dedo está indicando otra cosa, y que hay una distancia entre ellas. Y ciertamente, una vez más, el Reino no es ni una cosa ni está distante de nada: por el contrario, es omniinclusivo. Finalmente apunte a su «cara». Ahora, según la evidencia presente, ¿a qué está apuntando ese dedo?

¿Está apuntando a una cosa más bien pequeña, opaca, coloreada, con textura, en movimiento, compleja y bien perfilada? ¿O a un Vacío que, aunque atestado con todo tipo de cosas y cualidades, es de un tipo completamente único? ¡Vea por usted mismo! ¿No es inmenso, transparente, incoloro y sin textura, sin movimiento, simple, llano en ambos sentidos —y agudamente consciente de sí mismo como todo esto? Ajustándonos a lo que se da ahora, abandonando la imaginación, no introduciendo en la situación nada ajeno a ella, ¿no es usted en este momento Capacidad o Espacio para la escena entera, desde el cielo hasta la Tierra, desde la Tierra hasta los pies, desde los pies hasta el escote —Espacio Consciente para que todo ello acontezca en Él? Yo no estoy en situación de decirle lo que es ser usted en este momento. Solo usted puede decirlo. Por favor, continúe mirando a lo que está apuntando ese dedo, y resuelva, de una vez por todas, su verdad sobre este sujeto esencial —que es usted mismo como Sujeto.

Ciertamente la buena nueva es verdadera, y el Reino está dentro de usted.

En otro dicho de nuestro Evangelio, Jesús se queja tristemente de que los humanos están ebrios, están tan ciegamente ebrios que no pueden ver su Vacuidad. Usted y yo, al menos, nos hemos desembriagado lo suficiente ahora para advertir que nosotros no vivimos dentro de cajas pequeñas, estrechamente ajustadas, oteando por dos pequeños agujeros un mundo distante desde el oscuro y pegajoso interior. No, nosotros estamos fuera, fuera y por todas partes. Nosotros vemos claramente cuán ampliamente abiertos somos, abertura misma, vasta, enorme, que se extiende y abarca el Sol y las estrellas. Cuán refrescante, cuán liberador es no ser ya más una pequeña cosa iluminada, sino, en lugar de ello, la Luz que ilumina todas las cosas en el mundo. Y esta Inmensidad brillante que usted es realmente —¿Cómo podría esto nacer de una madre terrenal, o (lo que es más) nacer en absoluto? ¿Es esto el tipo de cosa que algún empresario de pompas fúnebres podría manejar, o que requiera sus servicios? Usted, que hace tales preguntas, usted es su respuesta. Usted sabe, usted ve, usted es el secreto del Evangelio según Tomás. Lejos de desconcertarnos a usted y a mí con cuentos de hadas, de atiborrarnos de controversia religiosa y propaganda piadosa, nos pide que no creamos nada de palabra. Sino que lo pongamos a prueba, y de inmediato ello cobra un sentido perfecto. Deja al descubierto nuestro esplendor, y nos muestra cómo vivir.

En contra del resurgimiento del fundamentalismo (¡menudo nombre inapropiado!) y la superstición de todo tipo, una gran simplificación está en proceso. Es un movimiento fuera de las formas externas de la religión —de sus observancias mágicas, de sus dogmas tan increíbles como ingeniosos (pero siempre cruelmente divisorios), de la masiva maquinaría eclesiástica que rechina y se atasca —un movimiento, fuera de toda esta ofuscación, hacia la visión beatífica que está en el núcleo de las grandes tradiciones religiosas, hacia el corazón simple y paciente que late vigoroso en todas ellas. He aquí una espiritualidad transparentemente honesta y antisectarista fundada en la experiencia directa en lugar de en el dogma y lo sabido de oídas.

Yo sugiero que no es un accidente que la cueva en Nag Hammadi retuviera su tesoro durante mil setecientos años, y que solo lo entregara cuando hombres y mujeres —en número suficiente para cambiar la historia— hubieran devenido escépticos y suficientemente sobrios como para descifrar su código secreto, revelando lo que es, después de todo, perfectamente evidente. En cualquier caso, gracias en parte al Jesús de Tomás, está deviniendo cada vez más difícil negar que nosotros somos lo opuesto mismo de los pequeños, opacos y no luminosos mortales que parecemos ser.

El secreto está al descubierto. La verdad salvadora es el más abierto de los secretos. El Reino ha llegado, y las gentes están comenzando a notarlo.

Douglas Harding

miércoles, 14 de julio de 2010

Un Jesús para nuestro tiempo 2ª parte
















El Evangelio comienza con un aviso, un reto y una enorme promesa. El aviso es que estos dichos de Jesús no son solo para leerlos. Hay que hacer un trabajo con ellos. Su significación no está en su superficie, su secreto tiene que ser penetrado y expuesto. El reto es persistir en este trabajo hasta que el significado secreto ya no sea secreto, sino evidente. Y la recompensa por hacer este descubrimiento es nada menos que la vida y el reino eterno.

Animados así, emprendamos el trabajo al momento. Si somos serios, al instante tendremos que hacer frente a algunas cuestiones prácticas sobre cómo proceder —cuestiones de dónde y cómo y qué. ¿Exactamente dónde tenemos que buscar esta buena nueva, este tesoro de tesoros? ¿Exactamente cómo lo buscaremos, con qué espíritu dirigiremos esta prometedora búsqueda? ¿Por qué signos la reconoceremos cuando la hayamos encontrado?

Felizmente nuestro Evangelio mismo responde a estas cuestiones de procedimiento para nosotros. Nos da un manojo de llaves para abrir el tesoro.

Tomemos primero la cuestión de dónde ha de ser encontrada la verdad salvadora, el secreto de los secretos. La respuesta no deja lugar para la duda. El reino —el lugar de la Vida, del Conocimiento, del Reposo —no está encima o más allá o debajo. Está dentro. Está justamente donde yo estoy en este momento, más cerca de mí que mí mismo, más cerca que todo lo demás. Es el Hogar que nunca he dejado realmente, el foco y punto medio de lo que es a la vez mi mundo y el mundo, siempre aquí y nunca ahí. Lo cual solo puede significar que todos los libros —incluyendo, por supuesto el que usted está leyendo ahora, y ciertamente el Evangelio según Tomás mismo— están literalmente fuera del punto al menos unos veinte centímetros. Ahí fuera, no tienen ningún valor excepto como señaladores a su Lector, el único que está a cero metros de sí mismo. En efecto, Jesús insiste en que usted vuelva su atención 180 grados y mire simultáneamente a lo que usted está mirando y a desde donde usted está mirando. Es tan simple como eso, y tan fácil como parpadear, con solo que dejemos de pretender que es complicado y difícil y reservado para gente muy especial. Quienquiera que usted sea y justamente como usted es, es aquí y solo aquí, donde usted encontrará la perla, el Tesoro enterrado, lo Sin muerte, el Reino que es suyo propio. Aquí en el Centro, usted es la llave, usted es el secreto de estos dichos de Jesús.

Douglas Harding

lunes, 5 de julio de 2010

Un Jesús para nuestro tiempo 1ª parte


El Evangelio según Tomás, perdido y descubierto «por accidente» en una cueva egipcia en 1945, no podía haber aparecido en un momento más oportuno de la historia, o con un mensaje que hable más directamente a nuestra condición y necesidades. En este antiguo texto apócrifo cristiano, la voz viva de Jesús llega hasta nosotros directamente, sorteando todo lo que los hombres han estado diciendo sobre él y haciendo en su nombre. Vuelve claramente, sobre el clamor confuso de dos milenios de cristianismo. Es como si él mismo hubiera puesto esta benéfica bomba de relojería en la cueva en Nag Hammadi, colocando cuidadosamente la mecha para retrasar su explosión hasta que el mundo estuviera listo para el impacto. Es como si, tan trágicamente adelantado a su propio tiempo, él hubiera sabido cuándo un número significativo de hombres y mujeres completamente ordinarios (tan distintos de los sabios y veedores altamente especializados y disciplinados) fueran al fin capaces de alcanzar su visión de la Luz, su experiencia de lo que él llama el Reino.

Yo no puedo hacer nada mejor que comenzar citando un número de dichos o logia típicos de este Evangelio:

Que el que busca, no cese hasta que encuentre. Y cuando encuentre, se asombrará, y cuando se asombre, se maravillará, y será rey sobre todo.

Vosotros examináis la faz del cielo y de la tierra, pero no sabéis qué es donde vosotros sois. E ignoráis el momento presente.

El hombre anciano no dudará en preguntar al niño de siete días sobre el lugar de la vida, y vivirá.

Los cielos y la tierra se plegarán ante vuestros ojos, pero el que vive desde el Uno no experimentará ni muerte ni temor.

Muchos están de pie frente a la puerta, pero es el Solo el que entra en la cámara de la novia.

Yo soy la Luz que está en todas las cosas. Yo soy el Todo. De mí ha salido el Todo, y a mí ha vuelto el Todo. Cortad la madera y yo soy ahí. Elevad la piedra y me encontraréis.

El que conoce todo excepto a sí mismo, carece de todo.

Nosotros venimos de la Luz, del lugar donde la Luz viene a la existencia por sí misma solo.

Yo estuve en medio del mundo y aparecí ante ellos en la carne. Les encontré a todos ebrios. No encontré a nadie que estuviera sediento. Y mi alma fue perturbada por los hijos de los hombres, pues ellos son ciegos en sus corazones, y no ven que vienen vacíos al mundo.

Hay una Luz en el hombre-Luz y ella ilumina el mundo entero.


Este quinto Evangelio o escrito de Dios es muy diferente de los cuatro Evangelios canónicos. Es una colección de los dichos o logia de Jesús, algunos de los cuales son un eco de sus dichos en los otros evangelios, y algunos de los cuales son únicos de Tomás. No contiene milagros ni historias admirables, ni caminatas sobre el agua, ni resurrección de los muertos, ni concepciones inmaculadas o ascensiones a los cielos o descensos a los infiernos: nada en absoluto para forzar nuestra credulidad. Ciertamente, es una compilación más tardía que los cuatro canónicos. Sin embargo, algunos eruditos creen que puede remitirse a fuentes anteriores a las de éstos, y por lo tanto nos ofrece lo que puede ser llamado un Jesús desmitologizado. Sea como sea, la cuestión ante nosotros ahora es el valor y la verdad de estos dichos, sin importar cuán auténticos sean históricamente, cuán lejanas estén las palabras de Jesús, o de sus seguidores e intérpretes.

Douglas Harding

Gracias Pedro Rodea por el artículo

domingo, 20 de junio de 2010

La Eucaristía y la Vía sin Cabeza de Douglas Harding




La Eucaristía Cristiana, cuando se contempla desde dentro, es un ejercicio en el “descabezamiento o decapitación”. A continuación mostramos el por qué.

1. La Misa comienza con la Presencia –del sacerdote y de las personas- que se reúnen para rendir culto.

Estar aquí y ahora presente, como la Primera Persona del Presente del Singular –experimentando este gran Espacio abierto de par en par, Capacidad, Vacío (lleno de todo y de todos). Aquí se encuentra el Vacío (por encima de la línea de los hombros), esta sagrada Presencia, siempre sagrada y siempre presente.

2. El sacerdote y las personas congregadas ponen toda su atención en pensamiento,
palabra y obra.
Estando, aquí y ahora, presente en esta Vacuidad, evitando cualquier momento de distracción.

3. El sacerdote y las personas reunidas elevan una petición de misericordia de
Aquel que Entiende, Sabe y Ama.
Aquí, en el punto Cero, en esta Vacuidad, en este Vacío, es el lugar del Puro
Entendimiento, del Saber, del Amor… siendo el lugar donde todo y todos son lo
que son.

4. El sacerdote y los feligreses escuchan las lecturas.
Aquí, en este Vacío, tiene lugar la gran Escucha, ya que de él mana la Fuente de todo sonido. Esta escucha es el Espíritu.

5. El sacerdote y todos los reunidos se ponen de pie para escuchar la palabra de
Dios (ej: La Buena Nueva)

Aquí, en este Vacío, en esta Vacuidad, en este Espacio, en esta Capacidad, hay
espacio para todos y todo… sin pensamientos, sin sentimientos, más allá de la
mente, más allá del lenguaje, en un silencio que habla al Corazón. Un silencio
que habla sin palabras. ¡Qué Buena Nueva es esta!

6. El sacerdote y todos los congregados ofrecen el pan y el vino.
Aquí, exactamente donde Yo Estoy en este momento, la ofrenda y el que ofrece,
son UNO. Aquí está el centro del Universo.
Nadie está excluido. Todo el mundo está presente. Nada puede ser ofrecido si no ha sido recibido. Aquí lo Dado es la Ofrenda, y la Ofrenda es lo Dado.

7. El sacerdote consagra el Pan y el Vino que se convierten en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo. Este es un momento sagrado.
Aquí en el punto Cero, Primera Persona del Singular, en este Vacío, en esta Vacuidad, en el descabezamiento o decapitación, en este espacio sin-mente, también tiene lugar una consagración, es decir, cada diminuta partícula en el mundo, cada grano de arena, cada piedra, cada hoja, cada gota de agua, cada animal, cada ser humano se hace sagrado en este punto, aquí mismo, en esta Vacío que contiene Todo.

8. El sacerdote y todos los reunidos alcanzan el momento de la comunión. comen y beben.
También aquí, una gran Comunión está teniendo lugar ahora mismo, mientras yo escribo y tú lees estas palabras; aquí somos todos UNO. Aunque escribo estas palabras sobre una página, soy consciente de ser simplemente el escribiente. Ahí abajo está la página y el movimiento de la mano. Aquí arriba en el punto Cero está este gran Espacio. Mientras lees estas líneas, eres consciente de Aquel que realmente está leyendo, Aquel que está en el Centro.

9. La Misa finaliza con una Bendición y la gente se marcha.
Aquí, en el punto Cero, en este Vacío, está la más grande Bendición. Aquí, nunca nadie necesitó alguna vez marcharse o irse. Aquí, lo visto es maravilla. Aquí, tú eres lo Visto.

Hymie Wyse

domingo, 13 de junio de 2010

Y sus discípulos le preguntaron: “¿Cuándo llegará el reino?”


Y Jesús replicó:
“No vendrá como las personas esperan;
No dirá “¡Mira, aquí está!” ni “¡Mira, ahí está!”,
Porque el reino de los cielos
Ya se extiende sobre la tierra,
Pero las personas no lo ven”.

Qué hermoso es esto, instante tras instante. Qué impredecible, qué misterioso y qué emocionante.

Los colores de las hojas de otoño.

El crujido de las hojas bajo mis pies.

El frío del viento.

El rocío en las flores.

El murmullo del tráfico.

¿Por qué buscamos el cielo cuando continuamente estamos en él? El reino de los cielos en medio del dolor, en medio del luto, de la muerte y de la guerra, el reino de los cielos tanto en los buenos como en los malos momentos. La búsqueda implica que el cielo está en otra parte, en otro lugar, en otro tiempo. Y eso también está bien. Eso también es el cielo.

¿Por qué buscar? El cuerpo se marchita. De hecho, ni siquiera estamos seguros de que sobreviva otro día. Ni siquiera otro instante. Éste podría ser nuestro último momento. Realmente no lo sabemos.

Éste podría ser tu último momento. ¿Por qué seguir buscando? No hay nada equivocado en ello. Pero, ¿qué estás buscando? ¿Y cuándo lo encontrarás?

¿No podría lo que estás buscando hallarse ya frente a ti, literalmente delante de tus ojos?

¿No te parece eso posible?

Jeff Foster

martes, 25 de mayo de 2010

Tony Parsons habla de Jesús


Interlocutor: Pero eso suena demasiado simple. (Se refiere a lo que Es).

Tony Parsons: Todos nosotros sabemos en nuestros corazones que la respuesta a todo esto es muy simple. Cristo dijo que el reino del cielo es como una semilla de mostaza. Se encuentra en lo más ordinario. Que usted es único, aquí y ahora, ese es el secreto. Este momento no ha acontecido nunca antes; ¿ve usted eso? Está aquí y después se va y ya no acontecerá nunca de nuevo. Y ahora he aquí otro momento. Es único y surge, y después recae en lo infinito para no ser visto nunca más de nuevo. Es lo que usted es, ¿ve usted eso? Usted es la expresión infinita entrando y saliendo.. Usted no puede detener "lo que es"; es una danza continua y eterna; así pues, abandone y simplemente acójalo.


Interlocutor: ¿Pero usted no sufre?

Tony Parsons: Hay sufrimiento pero no hay nadie que posea ese sufrimiento. No pertenece a nadie; todo está aconteciendo en la conciencia. De lo que estamos hablando aquí es la posibilidad de la pobreza total y de la humildad total. Una de las comprensiones que acompañan al despertar es que no hay nadie que tenga que ser despertado.
Como consecuencia de esta comprensión, se ve que no hay nadie que posea nada. Esto es la pobreza total. Es de lo que hablaba Cristo cuando dijo que es más difícil que un rico entre en el reino de los cielos que un camello pase por el ojo de una aguja. La vida está simplemente aconteciendo, y usted es la conciencia absoluta de esa vida. No hay nadie ahí que atrape nada o pretenda nada. Eso incluye el sufrimiento.

Tony Parsons

lunes, 17 de mayo de 2010

Evangelio de Tomás


Y jesús les dijo:
"Cuando hagais de los dos uno
y lo de dentro sea como lo de fuera
y lo de fuera, como lo de dentro,
entonces entraréis en el Reino".

Evangelio de Tomás.


Mi punto de vista:

Yo cada vez lo tengo más claro: Jesús hablaba abiertamente de la Unidad en todo, de la no dualidad donde se halla el Reino de los Cielos y puedo atestiguar que así es y cualquiera que alcance la Comprensión lo "Verá".

¿Cómo se puede alcanzar la Comprensión?

Mi consejo:

Seguir la pista de las enseñanzas y experimentos de Douglas Harding, adquirir los libros de Jan Kersschot (sobre todo: Volver a Sí Mismo) donde vienen muy bien detallados los experimentos de Harding y con un poco de tesón "Veréis" el Reino del que hablaba Jesús y os daréis cuenta de que nunca estuvo perdido, en todo caso, olvidado.

Un abrazo, Luis Granados.

viernes, 14 de mayo de 2010

El ojo es la luz del cuerpo...


El ojo es la luz del cuerpo. Por tanto, si vuestro ojo está sano, todo vuestro cuerpo estará lleno de luz; pero si vuestro ojo no lo está, todo vuestro cuerpo se llenará de oscuridad. Y si la luz es en vosotros oscuridad, ¡cuán grande es la oscuridad! (Mt. 6, 22-23)

En el Sermón de la Montaña, Jesús alertó a sus discípulos sobre la importancia de la conciencia.
Por supuesto, si el ojo no está sano no pueden verse ni la verdad ni la belleza. Aquí Jesús afirma explícitamente que la conciencia es un requisito de la espiritualidad

Kenneth S. Leong

(Por mi parte veo en esta enseñanza el Ojo Unico, la Claridad que Realmente Somos pero que queda oscurecida cuando la olvidamos, cuando no somos conscientes de Ella o cuando nos invade la ignorancia, las argucias y la visión del ego).

domingo, 2 de mayo de 2010

CRISTO: LA REALIDAD DE LA PRESENCIA DIVINA QUE HAY EN USTED


No se quede apegado a ninguna palabra. Usted puede sustituir Cristo por presencia, si eso es más significativo para usted. Cristo es la esencia divina que hay en usted o el Ser, como se le llama a veces en Oriente. La única diferencia entre Cristo y presencia es que Cristo se refiere a la divinidad que mora en usted, independientemente de que sea consciente de ello o no, mientras que presencia significa su divinidad o esencia de Dios ya despierta.
Se aclararán muchos malentendidos y falsas creencias sobre Cristo si usted se da cuenta de que en Cristo no hay pasado ni futuro. Decir que Cristo fue o será es una contradicción de términos. Jesús fue. Fue un hombre que vivió hace dos mil años y realizó la presencia divina, su verdadera naturaleza. Y por lo tanto dijo: "Antes de que Abraham fuera, yo soy". No dijo: "Yo ya existía antes de que Abraham hubiera nacido". Eso hubiera significado que estaba todavía en la dimensión de la identidad con el tiempo y la forma. Las palabras yo soy usadas en una frase que empieza en pasado indican un cambio radical, una discontinuidad en la dimensión temporal. Es una afirmación de tipo Zen de gran profundidad. Jesús intentó comunicar directamente,
no a través del pensamiento discursivo, el significado de la presencia, de la autorrealización. Había ido más allá de la dimensión de la conciencia gobernada por el tiempo, al reino de lo intemporal. La dimensión de la eternidad había venido a este mundo. Eternidad, por supuesto, no significa tiempo sin fin, sino negación del tiempo. Así pues, el hombre Jesús se convirtió en Cristo, un vehículo para la conciencia pura. ¿Y cuál es la definición de sí mismo que hace Dios en la Biblia? ¿Dijo Dios "Yo siempre he sido y siempre seré"? Por supuesto que no. Eso habría dado realidad al presente y al pasado. Dios dijo: "YO SOY EL QUE SOY". No hay tiempo aquí, sólo presencia.
La "segunda venida" de Cristo es una transformación de la conciencia divina, un cambio del tiempo a la presencia, del pensamiento a la conciencia pura, no la llegada de un hombre o una mujer. Si "Cristo" fuera a volver mañana en forma externa no podría decirle sino: "Yo soy la Verdad. Soy presencia divina. Soy vida eterna. Soy en ti. Soy aquí. Soy Ahora".
Nunca personalice a Cristo. No convierta a Cristo en una identidad con forma. Los avatares, las madres divinas, los maestros iluminados, los poquísimos que son reales, no son especiales como personas. Sin un falso yo que sostener, que defender y que alimentar, son más sencillos, más ordinarios que el hombre o mujer ordinarios. Alguien con un ego fuerte los consideraría insignificantes o, más probablemente, no los vería en absoluto. Si usted es atraído por un maestro iluminado es porque hay en usted ya suficiente presencia para reconocer la presencia en otro. Hubo muchas personas que no reconocieron a Jesús o al Buda, así como hay y siempre ha habido muchas personas que son atraídas por los falsos maestros. Los egos son atraídos por egos mayores. La oscuridad no puede reconocer la luz. Así pues, no crea que la luz está fuera de usted o que sólo puede llegar a través de una forma particular. Si sólo su maestro es una encarnación de Dios ¿entonces quién es usted? Cualquier tipo de exclusividad es identificación con la forma y la identificación con la forma significa ego, no importa lo bien disfrazada que esté. Use la presencia del maestro para reflejar de nuevo hacia usted su identidad más allá del nombre y de la forma y volverse más intensamente presente. La presencia es una.

Eckhart Tolle

sábado, 1 de mayo de 2010

Tomad mi yugo sobre vosotros… mi yugo no es pesado. Mateo 11:29-30


La palabra “yugo” se entiende como “carga” o “trabajo”. No obstante, se entiende mejor la palabra “yug” del sánscrito, que significa “uncir” o “unir”. Ésta es la raiz de la palabra “yoga”, y el yoga es una práctica espiritual destinada a acelerar, física, mental y espiritualmente, el desarrollo personal, a fin de que el yoga logre la unión con lo divino. Esta unión con Dios es, precisamente, el objetivo de las enseñanzas de Jesús. Así, la cristiandad esotérica interpreta los versículos de Mateo de la siguiente manera: “las prácticas que Yo prescribo para evolucionar hacia la conciencia de Cristo”.

John White

viernes, 2 de abril de 2010

El agua que Jesús dé


"Todo el que bebe de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le dé no tendrá jamás sed, ya que mi agua se convertirá en fuente de agua que brota para siempre". (Jn 4, 13-14)

¿Qué agua puede dar Jesús con la que no se sentirá nunca más sed y que se convertirá en una fuente de agua que brota para siempre?
Ya lo dice, no es un agua física, ¿entonces, qué es?

Este post que he puesto es similar al de “conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres” (Jn 8:32)

Esa agua es la Conciencia que se convertirá en fuente que brota para siempre como los ejemplos que suele poner Ramesh Balsekar de Conciencia en reposo y Conciencia en movimiento o, lo que es lo mismo, Conciencia que no es Consciente de sí misma y Conciencia que sí lo es.

Luis Granados.

domingo, 28 de marzo de 2010

Este mismo instante


Buscas a Dios en el cielo y en la tierra,
pero no conoces al que tienes delante de tus ojos porque no sabes cómo buscar
en este mismo instante.

Jesús

domingo, 21 de marzo de 2010

"El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero, no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo lo que nace del espíritu" (Jn 3, 7-8)



Todo nace siguiendo el viento;
todo muere siguiendo al viento.
Cuando descubres de dónde procede el viento,
deja de haber vida y muerte.

Cuando tengas una respuesta "como esta",
observarás la naturaleza con ojos espirituales.

Maestro Zen Man Gong

viernes, 19 de marzo de 2010

Jesús y los niños


"Dejad que los niños se me acerquen. No se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino como un niño, no entrará en él". Y abrazaba a los niños y los bendecían imponiéndoles las manos. (Mc 10-13:16)

Cada vez que veo y miro a un niño y el me mira, veo lo que él ve, o mejor dicho, veo desde donde él ve. Me doy cuenta de que ese estado de Testificación es natural en los niños. Están absorvidos por lo que ven en el mundo pero no lo están por la mente parlante del adulto, la mente de mono como se suele decir. Están tan enfrascados en el momento presente que hasta se olvidan de sí mismos. Los niños pequeños se me quedan mirando por mucho tiempo como si supieran que sé cual es su secreto y es que realmente lo sé. Ellos y Yo no somos dos.

Luis Granados.

domingo, 14 de marzo de 2010

Cuando miramos a este mundo, Dios es el único que mira


La razón por la que ahora ya no podemos ver a Dios, tanto dentro como fuera de nosotros mismos, es porque Dios no es un objeto, un objeto intelectual o un objeto emocional proyectado. Tampoco podemos ver a nuestro propio Ser como un objeto. Ahora estamos completamente identificados con Dios de tal modo que, cuando miramos a este mundo, Dios es el único que mira (Juan 14:10). Cuando miramos a nuestro interior, lo hacemos dentro del vacío del Padre no creado, de quien no existe separación. No hay objetos de conciencia que podamos encontrar, ya sea dentro o fuera de nosotros mismos. Ahora nos encontramos dentro del Padre, y el Padre está dentro de nosotros (Juan 10:38). Dios y nosotros, el Yo-Yo, miramos juntos el mundo de una manera tan completamente identificada, que existe una unidad sin una dualidad. Y cualquier otra persona que se encuentre con nosotros se encontrará directamente con Dios en forma humana ("el que me ve a Mí, ve al Padre", Juan 14:9)

Jim Marion

domingo, 7 de marzo de 2010

Conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres' Juan 8:32.


¿A qué Verdad se refería Jesús cuando realizó esta afirmación? No era a mí verdad o a la tuya porque la Verdad a la que se refería no podía dividirse ni ser condicional. Esa Verdad tenía que ser Una y no estar condicionada por nada ni por nadie. Entonces, ¿cuál puede ser esa Verdad que conoceremos y nos hará libres? Sólo puede referirse a una "cosa"(en realidad no es una cosa), a la Conciencia Una que "conocida" o "vista" nos hará libres del apego a los objetos,( incluidos pensamientos y emociones). La Conciencia, el Espacio, el Vacio que en realidad Somos no está condicionada por nada.

Luis Granados

sábado, 27 de febrero de 2010

Uno puede fundirse con Dios


En el Evangelio místico de Juan, Cristo dice: "Para que todos ellos puedan ser uno; como tú, Padre, estás en mí, y yo en ti, que ellos también puedan ser uno en nosotros... Yo en ellos, y tú en mí, para que ellos puedan ser perfectamente uno..." (Juan 17, 21-23). Esto mismo se enseñó en los Vedas hindúes y en la Cábala judía, esto mismo escribieron los grandes poetas místicos sufíes, y esto mismo han enseñado todas las grandes tradiciones religiosas de todos los tiempos. Este estado existe; uno puede fundirse con el Absoluto Universal. Uno puede fundirse en Dios.

Michael A. Singer

domingo, 21 de febrero de 2010

Niveles de crecimiento y entendimiento


Jesús dice: "El reino de los cielos está en tu interior". Sin embargo, tambien dice: "Padre nuestro que estás en los cielos". ¿Cómo se reconcilian estas dos frases? Haciéndonos conscientes de que cuando dijo lo segundo, se dirigía a las masas incultas, a las masas que no habían sido educadas en la religión. Tenía que hablarles en su lenguaje. Las masas quieren nociones concretas, algo a lo que puedan aferrarse sus sentidos. Cuando desarrollamos un nivel de espiritualidad alto, entonces, y no antes, podemos comprender que el reino de los cielos está en nuestro interior, que ahí es donde se encuentra el verdadero reino del Espíritu. Así nos damos cuenta de que las aparentes contradicciones y perplejidades de todas las religiones sólo marcan diferentes fases de crecimiento. En estos niveles de crecimiento, las formas y los símbolos son necesarios, pues conforman el lenguaje que pueden comprender las almas de ese nivel.

Swami Vivekananda

domingo, 14 de febrero de 2010

Pobres de espíritu


"Bienaventurados los pobres de espíritu -dijo Jesús- porque de ellos será el reino de los cielos."
¿Qué significa pobres de espíritu? Sin equipaje interior, sin identificaciones. Ni con las cosas, ni con conceptos mentales que impliquen un sentido del yo. ¿Y qué es el "reino de los cielos"? La simple pero profunda alegría del Ser, que está ahí cuando te libras de las identificaciones y te vuelves "pobre de espíritu".

Eckhart Tolle

Alegría en vez de diversión


En varias ocasiones me he preguntado si no es justo este aspecto de la vida, es decir la "alegría" en vez de la "diversión", el que de verdad atrae las personas que se embarcan en actividades peligrosas, como de hacer de especialistas en películas, ser piloto de competición, etc. De hecho, hay enseñanzas que desde tiempos inmemoriales han apuntado a esta experiencia. La base misma del Zen radica en la experiencia de caminar sobre el filo de la navaja en el momento presente, en el que el tiempo y el sufrimiento están ausentes. ¿Acaso no hay un pasaje de los Evangelios que dice que los lirios no necesitan del mañana? O los pasajes relativos al reino de Dios: "Nadie que ponga sus manos en el arado y mire hacia atrás está preparado para el reino de Dios". Es una lástima que, sumidos en el frenesí de la vida cotidiana, casi nadie piense en la relevancia que tienen para la vida.

Ramesh S. Balsekar

jueves, 11 de febrero de 2010

Entrevista a Tony Parsons


¿Qué más aprendió usted con sus lecturas sobre Cristo?

En aquella época, llegué a comprender también el significado del simbolismo de la cruz cristiana. La vida es aparentemente un viaje horizontal a través de algo que nosotros llamamos tiempo. Parece oscilar entre experiencias negativas y positivas, y mientras creemos que somos individuos separados, tratamos de hacer nuestras vidas tan positivas como sea posible. Sin embargo, como veo ahora, todo el mundo tiene exactamente las experiencias que necesita de una u otra poralidad, independientemente de sus esfuerzos po influenciar ese equilibrio. El aparente viaje horizontal sólo tiene un propósito, que es invitarnos a ver otra posibilidad. Nosotros somos la línea vertical que intersecta la línea horizontal. Nosotros somos la Luz que vive dentro de la experiencia de la vida ordinaria. Y esto es lo que significa el cucrifijo.

¿Algo más?

Sí, el perdón de los pecados. Siento que Cristo hablaba directamente a sus discípulos sobre estas cosas, pero lo que decía a las gentes a menudo estaba oculto en parábolas. Cuando decía a las gentes que sus pecados estaban perdonados, estaba diciéndoles realmente que nunca habían tenido un pasado del que pudieran ser tenidos por responsables. Simplemente habían sido personajes vividos por lo Infinito, sin haber tenido nunca ninguna elección ni libre albedrío.

Tony Parsons - Lo que Es. El secreto abierto a una vida despertada

domingo, 7 de febrero de 2010

Cristo: la realidad de tu Divina Presencia


Muchos malentendidos y falsas creencias respecto a Cristo se aclararán si te das cuenta de que en él no hay pasado ni futuro. Decir que Cristo fue o será es emplear términos que se contradicen entre sí. Jesús fue. Era un hombre que vivió hace más de dosmil años y expresó la divina presencia, su verdadera naturaleza. Y por eso dijo: "Antes de que Abraham fuera, "Yo Soy". No dijo: "Yo ya existía antes de que Abraham naciera". Eso hubiera indicado que aún estaba en la dimensión donde la identidad está determinada por el tiempo y la forma. Las palabras Yo Soy empleadas en una frase que empieza en pasado indica un cambio radical, una discontinuidad en la dimensión temporal. Es como un koan Zen de gran profundidad. Jesús trató de expresar directamente -sin intervención del pensamiento discursivo- el significado de la Presencia, de la Autorrealización. Había ido más allá de las dimensiones de conciencia gobernadas por el tiempo, entrando en el reino de lo Intemporal. La dimensión eterna había entrado en el mundo. Eternidad no significa tiempo inacabado, sino no-tiempo. Así, el hombre Jesús se convirtió en el Cristo, un vehículo de Conciencia Pura.

Eckhart Tolle

El Reino de los Cielos que Jesús vio


El Reino de los Cielos que vio Jesús con total claridad es una visión de este mundo que no establece ninguna separación (dualidad) entre los propios seres humanos.
Jesús vio que no existía ninguna separación entre él mismo y cualquier otra persona, una vez más, a pesar de todas las apariencias físicas que nos separan del contrario. Vio a todas y a cada una de las demás personas como a sí mismo (Lucas 6:31). De hecho, Jesús en ningún momento vio a las demás personas como a los "otros". Él vio a todos los seres humanos (y, por supuesto, a todo el universo creado) como parte de sí mismo. Y esto es aplicable a todos los seres humanos, no sólo a aquellos que pertenecían a su propia religión judía y no sólo a aquellas personas que estaban consideradas, según las normas de su sociedad, moralmente buenas.

Jim Marion

sábado, 6 de febrero de 2010

Lucas 17, 20-21



"El reino de Dios no llegará con señales visibles, ni podrá
decirse "helo aquí, o allí", porque el reino de Dios está dentro de
vosotros".

Lucas 17, 20-21.

Cuando oyes hablar del espacio interior, puede que empieces a
buscarlo, pero, como lo estás buscando como si buscaras un objeto o
una experiencia, no puedes encontrarlo. Este es el problema de todos
los que buscan la realización espiritual o la iluminación.

Eckhart Tolle

viernes, 5 de febrero de 2010

Ser


Y ponemos el término Unicidad, con mayúscula, para destacar su naturaleza ilimitada: abarca todas las cosas de las que se es testigo. Aunque es indescriptible, puedes darle cualquier nombre que desees, como Conciencia, Consciencia, Seidad, lo Desconocido, la Fuente, Luz o Presencia. Éste es el Testigo del Advaita, el Rostro Original del Zen, el Padre de la cristiandad, la Mente de Buda del Ch´an chino. Algunos lo llaman Shiva, Brahmán, Nirvana, Dios o espíritu. Aquí se usa la palabra Ser (o seidad) porque suena neutra. Otros términos usados aquí son Unidad, Vida, Unicidad, Silencio, Espacio y Ello. Finalmente, los nombres o las descripciones que se usen no importan mucho. Sin embargo, algunos téminos -especialmente los religiosos- pueden ser muy confusos, porque la mente cree que puede ponerlo en un marco específico y de ese modo asirlo. O puedes creer que sabes de que estás hablando porque entiendes el significado de las palabras. Sin embargo, tu cerebro y tus sentidos no pueden observar esta Conciencia, más bien es Conciencia viendo Conciencia. Luz reconociendo Luz. Vida reflejando Vida. Seidad viendo Seidad. Y Seidad es todo lo que hay. No hay nada fuera de ella.

Jan Kersschot

Más enseñanzas de Jesús


Lo que ves, oyes, sientes, tocas o piensas es, como si dijéramos, solo una mitad de la realidad. Es forma. En las enseñanzas de Jesús se llama simplemente "el mundo", y la otra dimensión es "el reino de los cielos o la vida eterna"

Eckhart Tolle

jueves, 4 de febrero de 2010

Volición individual y esfuerzo personal


Esta pregunta acerca de la volición individual y el esfuerzo personal es extremadamente sutil y difícil de comprender. Y, sin embargo, es absolutamente necesario no sólo comprenderla intelectualmente, sino absorberla dentro de lo más profundo de nuestro ser. La dificultad surge porque la mayoría de los Maestros parecen haber enseñado la predestinación en teoría, ¡pero el libre albedrío en la práctica! Jesucristo afirmó que sin la voluntad de Dios ni siquiera un gorrión puede caer, y que los mismos pelos en nuestra cabeza están contados.

Ramesh Balsekar

Arrepentimiento


La palabra arrepentimiento no significaba "apesadumbrarse por los pecados y proponerse no pecar nunca de nuevo". La palabra, en la lengua nativa de Cristo, significa "girar 180 grados y ver de una manera nueva", Esto fue para mí una revelación que llegó más profundamente que la comprensión intelectual. A una edad temprana yo sabía que había un secreto, y sentía que Cristo sabía y vivía este secreto, y que mucho de lo que se dijo se refería a él.

Tony Parsons